Hoy hablaremos de la obesidad

 

Obesidad: ¿problema de salud, enfermedad o solo estética?

Durante décadas, se nos ha hecho creer que el peso corporal y la apariencia física eran los indicadores definitivos de salud. Subirse a la báscula se convirtió en un ritual, y las cifras parecían dictar si estábamos “bien” o “mal”. Pero la realidad es mucho más compleja: la obesidad no puede reducirse a un número ni a un problema estético.

🧠 La obesidad: más allá del IMC

Tradicionalmente, el IMC (índice de masa corporal) ha sido la herramienta más utilizada para clasificar a las personas como “normopeso” u “obesas”. Sin embargo, esta fórmula es muy limitada: no distingue entre músculo y grasa, no considera la distribución de la grasa corporal, la edad, el sexo ni la genética.

Esto significa que podemos etiquetar como “obeso” a alguien con gran masa muscular, o pasar por alto a una persona con normopeso pero con riesgo cardiovascular y otras enfermedades. La obesidad, entendida solo como peso elevado, simplifica demasiado un problema complejo.

📊 Salud vs estética: ¿dónde está la línea?

La obesidad puede ser un factor de riesgo para enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares o inflamación sistémica. Pero no todos los cuerpos con sobrepeso/obesidad presentan estas patologías. Y quizás lo que habría que hacer primero es redefinir que es una persona que padece sobrepeso u obesidad

Centrarse únicamente en la estética ignora la realidad de la salud integral. Lo más importante no es cuántos kilos marca la báscula, sino cómo funciona el cuerpo: composición muscular y grasa, metabolismo, hábitos alimentarios, actividad física, sueño, estrés, estado emocional, genética y parámetros bioquímicos.

⚠️ Riesgo de enfoques simplistas

Los mensajes que reducen la obesidad a “comer menos y moverse más” generan frustración, culpa y ansiedad. Las dietas restrictivas y los planes estéticos rápidos no solo suelen fracasar, sino que pueden empeorar la relación con la comida y el cuerpo. Además, la percepción de “fracaso” personal es injusta: muchas personas no logran cambios sostenibles porque no se han abordado todos los factores que influyen en su peso y salud. Y simplifica demasiado un problema de salud muy complejo e incluso al categorizar de forma errónea puede ser que se diga a una persona que coma menos y se mueva más cuando en realidad ya está bien como está o ya está haciendo todo lo necesario para tener una buena salud.

🌱 Un enfoque integral y personalizado

La obesidad debe abordarse desde un enfoque integral, considerando la persona en su totalidad. Esto incluye:

  • Composición corporal y distribución de grasa

  • Calidad de la alimentación y hábitos sostenibles

  • Actividad física adaptada

  • Sueño, estrés y bienestar emocional

  • Factores hormonales, digestivos y metabólicos

  • Problemas de salud y enfermedades

  • Historia clínica y genética

Trabajar con un dietista-nutricionista que contemple todos estos factores permite diseñar un plan personalizado, sostenible y saludable. Así se mejoran los parámetros de salud sin obsesionarse con la báscula y sin convertir el proceso en un castigo.


Web - Cristina Borrallo Nutricionista

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